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Servicio de Vending

¿Qué es el Vending?

Las máquinas expendedoras de productos tienen más de un siglo de vida y las de café la mitad de ese tiempo. Pero en las últimas cuatro décadas es cuando han evolucionado de manera notable, convirtiéndose en un servicio imprescindible en la oficina.



¿Por qué el Vending?

Hay muchas razones que justifican la introducción del vending en su empresa.

Reducción de costos de servicio:
Es menor, indudablemente, el costo de servicio de una comida o bebida servida por una máquina automática que a través de un mostrador. Al estar permanentemente “de servicio”, el costo diario del vending se divide por 24 hs y no por las tradicionales 8 hs del servicio de bufete interno. Lo que favorece la rentabilidad de la empresa.

Ahorro de tiempo y autorregulación de la pausa:
El servicio ininterrumpido de una máquina evita al personal demoras innecesarias como el traslado, la atención y la permanencia fuera del lugar de trabajo. Además, no todas las personas necesitan descansar o reponer energías a la misma hora, por ello las pausas autorreguladas son preferibles a las impuestas por rígidos horarios.

Aumento de la productividad:
Los trabajos pueden ser aburridos, repetitivos o extenuantes físicamente; una solución satisfactoria es tomar un descanso y disfrutar de una bebida o snacks.

Mejora en las relaciones humanas:
Evitar las corridas y aprovechar el tiempo de las pausas, contribuye a un mejor relajamiento físico y mental, lo que redunda en la calidad de trabajo del empleado.

Reducción de accidentes laborales:
A causa del stress, que disminuye la capacidad de concentración, se incrementa el riesgo de accidentes. Los descansos breves reducen la tensión nerviosa y alejan el peligro de que estos se produzcan.

Servicio ininterrumpido las 24 horas:
Las máquinas automáticas ofrecen servicio las 24 horas del día, 7 días a la semana. Esto posibilita que el personal pueda servirse en cualquier turno.

Facilidad de instalación:
Las máquinas automáticas tienen la flexibilidad de poder colocarlas donde se desee, cambiándolas cuantas veces sea necesario. Tan sólo hace falta: agua, corriente eléctrica y poco espacio.